jueves, 16 de enero de 2014

Una visión sobre el amor

Es imposible conocer a una persona muy detalladamente como uno quisiera; en especial a esa persona que cambia tu mundo y lo cambia por completo, hasta ese roce… ese roce entre dos mundos que hasta entonces eran completamente distintos, y pasan a ser uno con el universo; ese rose del que os hablo es un beso, con tan sólo un beso de ese ser tan sublime que arriesgarías la vida por él.
Quisiera creer que cuando os refiero a “ser sublime” pensaran, no sólo en una persona hermosa por el exterior, por el contrario pensaran en aquel individuo que más bello por el interior (me refiero a sus sentimientos) ya que, nuestra sociedad nos suele introducir ideas muy erróneas sobre: “Como debe ser el aspecto de una persona”; y sólo nos enseña eso… que una persona es puro aspecto exterior y tratado comúnmente cono objeto y no como un ser que vive, siente, ama… por eso, no siempre la persona a la cual entregas lo mejor de ti es bella, pero aún con los defectos que pudiera tener hacen que la ames más.
Pero sin salirme de contexto para conocer bien a una persona hago mención al conocido refrán: “no juzgues a un libro por su portada” sino, por el contenido agradable que pudiera tener.

Es por eso que hago cierta comparación de una persona con un libro. Ya que no todo libro con una portada atraíble puede ser “el libro que buscas”; ya que hay libros con una portada exquisita (aún haciendo esta comparación) que parecen haber sido elaborados a detalle, pero con un contenido nada agradable y tal vez hasta absurdo.

Lo mismo pasa con una persona; puede que en el exterior sea la más encantadora del planeta, como si hubiera sido esculpida por el propio creador pero que, al ver sus actitudes, sus sentimientos (el contenido) resulta ser nada agradable hasta decepcionante. Quisiera mencionar aquellos libros de portada apacible y con contenido maléfico con una ideología retorcida que al mismo tiempo es tierna y encantadora, también es adictiva y diabólica con una concepción del mundo tan destructiva que haría llegar al máximo nivel del asombro.

Quisiera pensar que aquel libro que me encantaría poseer, sea aquel libro con portada regular y de contenido interesante lleno de actitudes de descubrimiento y apasionante con la verdad…
No podría recomendarte el libro que más te convenga (ya que en este escrito sólo te hago ver en términos comunes lo que ya tú sabes). Y por tanto a una persona se le juzga por sus actitudes, sus sentimientos y no por “una linda apariencia”; todos buscamos la felicidad, y la encontramos en aquella persona a la cual conoceremos bien mediante la convivencia diaria, el intercambio de ideas  y mostrar cariño, afecto… Y que buena muestra de ello que con un beso, donde las almas se encuentra y unen, lazos eternos…
Y entonces tal vez y, solo tal vez (hago una  mención más del tal vez ya que sería remoto pensar eso) se preguntaran, este humilde escritor con cual libro se identifica más. Y os responderé:


“Pienso que el libro que me describe mejor es aquel que posea una portada regular y con un contenido interesante; siendo este contenido maléfico y adictivo a la vez, que es apacible y romántico con una actitud de querer descubrir los misterios que aquejan al hombre...”


¿Que si soy persona?

Es una pregunta que he tratado de responder tantas veces con una visión cándida, y con el trivial concepto acerca del tema. Persona es aquel ser dotado de atributos con capacidad racional, consciente de sus actos etc. Pues os daré una nueva definición; ya que si es consciente de sus actos, porque se comporta como un demente, si es racional porque  realiza cosas sin sentido. Nuestra sociedad esta tan podrida de ideologías absurdas que en lugar de educar e instruir la mente por el contrario, la destruye y la vuelve más torpe. Tal vez todos se consideren personas, pues que así se; en lo que respecta a mi, prefiero dar un paso el costado y ser una raza distinta.

Ya que soy materia que no siente, que no se conmueve (aunque tanto anhelo amar) simplemente no lo hago, y no lo haré no por una cuestión de falta hombría (eso esta fuera de lugar); sino, para evitar esa arma de doble filo llamada “amor”. Que teniendo una hermosa amistad (al principio…) caes en esa felicidad tan profunda y aparentemente eterna que nada parece indicar que con el tiempo la comunicación cesará, ya tras largas torturas y rencor acumulado.

Terminará.

Quedarán como simples conocidos y en el peor de los casos lleguen a odiarse (ya lo he vivido). Y así estropear algo tan duradero como una amistad para luego sentir rencor en el corazón.

En todo caso la definición que os daría de persona podría ser:
“Ser imperfecto que atenta contra la vida de su entorno, que incumple las reglas establecidas, que no es consciente de sus actos, ya que por la crueldad de los mismos es un peligro para la vida, que no es racional porque no sabe elegir, que aparenta ser libre cuando nunca lo ha sido bajo este inmundo sistema que lo oprime. El peor de, los habitantes porque amenaza contra la vida de sus semejantes”.


Después de haberte dado todo este concepto te responderé con seguridad que:
“Soy materia que piensa y existe en este universo decaído por los actos de sus habitantes; que no expresa sentimiento alguno, ya que mis sentimientos y emociones los dejo en la poesía, en alguna prosa, algún verso; que toda su pasión descansa en algunos escritos, para no ser lastimado y no derramar alguna lágrima”.