lunes, 23 de septiembre de 2013

       MI CITA PERFECTA


Muchos imaginan su cita perfecta, sueñan con una situación tan ideal y tan bien elaborada que por azares de la vida jamás se realiza; por el simple hecho de“uno jamás obtiene exactamente lo que quiere” pero aún así no dejan de pensar en ese momento tan especial; algunos imaginan una cena maravillosa, con velas y una exquisita comida, ya al finalizar con una buena copa de vino luego de una conversación grata y al final esa persona amada termine dándole un beso.

Otras personas, proyectan su cita ideal, como caminar al pie de la orilla del lago en un hermoso atardecer, otras mas aún luego de divertirse en algún parque dediversiones, pero lo común sería el beso al terminar dicho encuentro.


Más aún sime preguntaran a mí sobre mi cita ideal os respondería lo siguiente:


Fantaseo encontrarme con aquella persona en el momento en el que, el sol declina en el horizonte, la saludaría cordialmente tomándola de la mano y darle un ósculo en el mismo, hablaríamos sobre algún tema trivial, le contaría una anécdota que la haga reír y vería su encantadora sonrisa bien dibujada que resaltara la beldad de su rostro; caminaríamos hasta llegar a un lugar en el que pudiéramos sentarnos uno frente al otro.


Extraeríade mi mochila (la cual siempre esta conmigo) algún texto sádico, o un poema que contenga una dosis extra de sangre pero que no oculte el mensaje platónico del mismo.

Leería para ella y ella me contemplaría leer. Al fina le preguntaría si lo siente…ellarespondería “¿sentir qué?”. Le contestaría ese silencio, silencio que viene luego de prestar atención a una lectura. Silencio que te da una sensación de“Hiperprosexia” prestar atención a todo y nada a la vez, oír el viento quechoca con tu piel, oír todos los sonidos cotidianos de la cuidad, el aleteo delas palomas que alzan vuelo, atender a ese espectáculo maravilloso, oír fragmentos de conversaciones de las demás personas; ella respondería que sí,que sí los oye, mientras  yo que tantaatención que tuve en todo y nada a la vez. Mi todo sería ella y mi nada también oiría el leve sonido que hace su cuello cuando ella afirma con la cabeza, elligero sonido que hacen sus cejas al pestañear. Tomaría  su mano y disfrutaríamos de ese “silencio”tan placentero por algunos instantes.

Seguidamentele pediría que se siente frente a mí, para que nuestras miradas “se encuentren”, le pediría que cruce las piernas y yo haría lo mismo y que solo nuestras rodillas se toquen.

Le propondría hacer algo interesante: Que nos miremos pero sin tocarnos, tan solo el rose que tienen nuestras rodillas. Y así nos miraríamos fijamente, nosconoceríamos tan sólo con “la vista”, observaría cada aspecto de ella, suhermoso cabello con su perfecto corte, miraría sus hermosos ojos, sus rojoslabios y la maría por eso, cada pómulo, sus rosadas mejillas, el atuendo quelleva que hace que resalte su belleza de su rostro y la amaría mil veces poreso, su precioso torso, sus sensuales piernas y lo extravagante de sus calzado y la amaría un millón de veces por eso.




Ahora lepediría que cierre los ojos y sería el tiempo de “tocar pero no ver” se que ella los mantendría cerrados al igual que yo por lo interesante que estabaresultando aquel “juego”. Empezaría por acariciar sus cabellos para luego pasar por su frente, seguiría mi camino por detrás de sus orejas, seguidamente subiría hasta sus ojos, sentiría la suave piel de sus mejillas, descenderíadesde la nariz hasta sus exquisitos labios, tomaría mi tiempo acariciando sus labios y ella soltaría un gemido al sentir mis frías manos en su cálido cuello.



En ese instante ella también comenzaría a pasar sus ligeras manos sobre mi rostro; sus movimientos son imprecisos pero toma su tiempo al rozar mis labios, no puedo contenerme y le doy un beso en sus dedos; las caricias mutuas continúan, toco sus brazos ella empieza a temblar y le digo “ no temas niñas no te haré daño” ,ella baja sus manos y toca mi pecho, siente el palpitar de mi corazón cada vezmás y más rápido y ambos posamos las manos en los muslos del otro, es ahícuando los dos sabemos que es el momento de abrir los ojos.
Yo melevanto y le doy las gracias por ser mi amada, mi amante, mi acompañante….
Finalmentele digo- Tal ves nuestros cuerpos no se hallan juntado o que nuestros labios nose hallan encontrado, aunque no te hayas dado cuenta “hicimos el amor”; ellalibera una sonrisa, se queda sentada allí, mira fijamente la luz tenue de laluna que se empieza asomar, la miro antes de irme, ella no viene detrás de mí porque sabe que fue una “cita perfecta”.




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