lunes, 23 de septiembre de 2013

Luna


  : Esperanzas que se van.

Una mirada, una mirada tan tierna que solo puedo disfrutar breves instantes; cuando el mundo se detiene por ella, mirada austera, apacible y tan llena de vida que pueda hacer que me sonroje, de labios tan perfectos, labios delineados con cerezas tan rojas como la sangre, labios tan apetitosos que es imposible contenerme.
Que al hablar derrite mi alma, sus movimientos tan bien sincronizados; apaciguar mi ansiedad es tan difícil.
Sus ojos son tan hermosos, tienen una oscuridad tan desbordante, tan serena e inquietante.
Pero, hay algo extraño en esos ojos, se asoma una delgada línea verdosa, como una senda hacia lo desconocido, hacia la tierra prometida, hacia un manantial de aguas prohibidas.
Mi cuerpo tiembla, desespera de siquiera pensar que se irá.
-No te vayas- le digo con la mirada –no te vayas- espérame sin ansia –no te vayas- replico, que me atreveré a hablarte y decirte lo hermosa que eres, que mitigas todo el mal de este mundo, de esta habitación.
Tan solo quisiera acercarme y preguntarte ¿Cuál es el nombre de la hermosa dama que porta ese camino a una utopía tan perfecta en la mirada?
Mi cuerpo no puede hacer siquiera un leve movimiento -su nombre, tan solo su nombre- me digo –pídele tan solo su nombre y así ese mundo tan fantástico, misterioso e interesante llevara un “nombre”-.

El tren esta por partir, mi cuerpo no responde, solo puedo observarte por intervalos de segundos, y cuando tú diriges tus ojos hacia mi puedo ver ese paisaje que me busca y me dice sin haberme visto alguna vez en la vida.
“-¡Hola! Nos volvemos a encontrar, ven hacia mi”
Al final nos quedamos viéndonos, por segundos, me miras con extrañeza como quien se recuerda de alguien conocido. Pero no pasa nada. Yo no me acerco, y tú sin embargo vas rumbo al tren, volteas a verme una vez mas y…
“Tu me miras, yo te miro,tu callas y yo callo, no se que esperas, ni yo que aguardo.”

El tren acaba de partir, y con ella mi felicidad, mi oportunidad de volver a vivir se va con un destino distinto al mío.

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